Siempre digo que lamentablemente maternidad y culpa parecieran ser conceptos íntimamente relacionados. Y es que el fantasma de la mala madre amenaza bien de cerca.
Pero cuando una mujer llega a su parto sin haber escuchado antes hablar sobre violencia obstétrica, no es su culpa. Cuando una mujer suspende su lactancia a los 2 meses de nacido su hijo porque no da más del cansancio o del dolor, no es su culpa. Cuando una mujer, se deprime luego de parir y no logra conectar con su bebé por varios meses posparto, no es su culpa.
Así que en realidad no hay nada que repensar. La culpa no es mía, ni tuya, ni de esas “malas madres” que en realidad somos todas.
Antes de juzgar a esa mujer que dejó de amamantar, suponiendo que lo hizo por floja, o por poco comprometida, o por desinformada, o por la razón que sea, necesitamos primero ser capaces de ver el panorama completo. Esa mujer tiene una historia, una narrativa. ¿De dónde viene, cómo fue su vida de niña? ¿Cómo fueron sus padres con ella…eran amorosos? Eran maltratadores? ¿Cuáles fueron sus dolores, y cuáles sus momentos significativos? ¿Cómo le enseñaron a manejar sus emociones? ¿De qué manera aprendió a vincularse con otros? Esa mujer también tiene un temperamento, una personalidad, una manera particular de ser y de desenvolverse tanto en el mundo externo como en su mundo interno. Esa mujer también es parte de un sistema familiar. ¿Le importa al padre de la guagua que su hijo sea amamantado? ¿Cómo estará funcionando la dinámica de pareja luego de la llegada del bebé? ¿Qué pasa con los abuelos? ¿Habrán otras mujeres de la familia que amamantaron? ¿Y los amigos? ¿Y los compañeros de trabajo? ¿La contactó su jefe para felicitarla por el nacimiento de su hijo? ¿Y los vecinos? ¿Habrá alguna vecina que la pueda ayudarla a preparar almuerzo mientras ella amamanta a su hijo? ¿Habrá una plaza cerca de su casa donde poder ir y compartir con otras mujeres madres que también están criando? ¿Y su sistema de salud qué tal funciona? ¿Tendrá que esperar 2 meses para ser atendida por un psicólogo? ¿Tendrá la posibilidad económica para costear una consulta con una asesora de lactancia?
La culpa viene de un lugar mucho más amplio, poderoso y patriarcal de lo que somos capaces de percibir. Y por eso es que pienso que sobre todo entre mujeres, tenemos que hacer un trabajo de mucha consciencia al momento de encontrarnos con una madre que está haciendo las cosas distinto a cómo lo haríamos nosotras. Y antes de hacer una crítica, antes de pensar que ella lo está haciendo mal, mejor paremos, respiremos y pensemos que la mayoría de las mujeres que somos madres, queremos el mayor bienestar posible para nuestros hijos y que cada una está haciendo lo mejor que pueda acorde a su contexto y a sus recursos disponibles.
Un abrazo,
Nico