No somos ídolas
No podemos siempre
A veces somos bacanes
Otras tantas somos odiosas
Simplemente estamos deviniendo en madre, intentando hacer lo mejor que podemos, y anhelando lo mejor para nuestros cachorros…
Cuando mi hijo me mira para arriba, siempre me pregunto…. Qué modelo quiero mostrarle? Qué significados estará poco a poco asociando a esto de maternar y de ser cuidado por un otro?
No estoy ni ahí con que me vea como la mamá pulpo, ni la que esta siempre sonriendo de buen humor, ni como la que se hace cargo de todo. Ese modelo no me interesa transmitirlo en absoluto. Quiero que me hijo me vea y se relacione conmigo desde esa mujer madre que todavía se siente niña por momentos. Desde esa mujer madre que se equivoca, que a veces no sabe como reaccionar frente a una caída o frente a un berrinche, que a veces le cuesta decir que no, que definitivamente no tiene mucha paciencia y que le cuesta montones tolerar la frustración. Que es divertida y creativa, que canta y baila, que no le importa nada la suciedad. Que es cariñosa, expresiva, espontánea y directa.
La maternidad me ha ayudado a sentirme más mujer que nunca antes. Pero mujer a mi manera. Por tantos años sentí que tenia que acallar algunas partes de mi para calzar con el ideal femenino. Hoy, más canalizadas, pude hacerles un espacio en mi yo cotidiano y pucha siente más liviano vivir el día a día así!
Así que, esta soy yo. Y esa eres tu. y creo que es el mejor autoregalo que nos podemos hacer en este día. Ser nosotras mismas. Creo también que es el mejor regalo que podemos hacerles a nuestros hijos. Ser nosotras mismas en la relación que estamos construyendo con ellos. Nuestros hijos no quieren ni necesitan una mamá de museo. Necesitan pifias y necesitan recursos hermosos. Nos necesitan a nosotras, a nosotras compañeras! Ese es el verdadero referente para ellos. Nosotras.
Un abrazo,
Nico
