Privación de sueño

30/03/2020

Se me hace difícil escribir este relato sin que se me llenen los ojos de lágrimas. Porque el sueño ha sido nuestro gran tema con Uri. Ya en los primeros días en la clínica, nunca pudo conciliar el sueño fácilmente. Con el Ale pensábamos que era algo común y pasajero. Y así comenzaron a avanzar los días, a punta de muuuuchas sentadillas para hacerlo dormir en el fular, de horas de caminatas también porteando, cantando el repertorio completo de las canciones de Mazapán. Y siguió avanzando el tiempo, y nosotros seguíamos aguantando porque nos decían que era su temperamento, que era la hora bruja, que eran cólicos, que era APLV, pero que iba a mejorar. Y entonces, las rodillas se nos comenzaron a resentir, las canciones de cuna empezaron a perder su efecto y el rescate con la teta dejó de ser infalible.

Los primeros 4 meses mi hijo durmió única y exclusivamente arriba mío o del Ale. Ahora, aunque logramos (casi siempre) que se quede dormido en la cuna, se despierta cada 1 o 2 horas todas las noches, y nos cuesta volver a hacerlo dormir hasta 3 horas, y muchas veces tiene unos ataques de llanto tan intensos que no sé como mis vecinos aun no llaman a los carabineros. Mi hijo se duerme casi únicamente si rebotamos en la pelota de pilates unos 10, 20, 30 minutos. Cambiamos el dolor de rodillas por dolor de espalda. Y lo sé, entramos en un círculo vicioso de muletillas para dormir, pero es que de verdad uno hace lo que sea con tal de que su hijo duerma. Y llevamos casi 6 meses así El nivel de cansancio es brutal. Arden los ojos.

Y aunque hemos hecho pequeños avances, y aunque se que es una etapa, que todo en la maternidad es transitorio, reconozco que con el Ale la estamos viendo negra, y que no sé como vamos a seguir sosteniéndonos hasta que la cosa mejore. Se que hay muchas madres en la misma, y quiero decirles que no están solas, yo soy una más, yo soy parte de las que vivimos con ojeras crónicas, llorando del cansancio. Y que mientras sientan que la cosa no avanza, porque cada bebe con sus ritmos y procesos, necesitamos pedir ayuda!!! Es muy difícil cuidar y contener si nosotras no estamos medianamente bien. Pidan ayuda; parejas, familiares, amigos, profesionales de salud mental, una siesta, una ducha más larga, un café caliente. Sé que hacer tribu no va a hacer que nuestro hijo duerma más horas de corrido, pero si que nos ayuda a sentirnos acompañada en el proceso. Y mientras tanto, no nos queda otra que confiar en que llegará ese tan anhelado día en que nuestros cachorros logren dormir mejor. Cuesta convencerse, pero hay que intentarlo. Por ellos, y por nosotras.

Un abrazo,
Nico

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