Intento de destete

26/11/2020

Hace ya un rato que estaba amamantando a Uri solo por las noches. De día el solito dejó de pedir, prefería un nano (platano) o una nana (naranja) como les dice él. Pero de noche, la teta tira fuerte. Ya hace un mes aprox que me empecé a sentir menos motivada por darle pechuga, sentía que nuestro proceso estaba llegando a su fin, obviamente, por iniciativa mía, no suya. Pero la lactancia es cosa de dos (y más), y no quería que un proceso que ha sido tan significativo para ambos terminara así sin ganas, con resistencias y malas caras.

Elegí una fecha. Ese día sería el último que le daría su «Pechu» como le llamamos. Y le fui explicando que la mamá estaba cansada, que eran los últimos días que íbamos a tomar pechu, y que después con el papá lo ayudaríamos a dormir de otras maneras, que podíamos tomar agua y leer libros. Y me entendió, juro que mi hijo me entendió y se enojó mucho, porque desde ese día volvimos a tener unas noches terroríficas, con ataques de llantos largos e intensos. Y yo obvio me empecé a angustiar, porque volver a tener noches así, simplemente me sobrepasan, no puedo funcionar al día siguiente, las ganas de llorar son difíciles de manejar y así… quedo muy interferida.

Me costó casi unos días darme cuenta que Uri me estaba queriendo decir que no estaba preparado. Volvimos a conversar y le dije que  entendía que no era el momento de destetar. Volví a explicarle que estoy cansada y que a veces en las noches también nos podemos dormir de otras maneras. Y esa noche fue diferente. Se me paran los pelos al escribirlo porque se que suena mágico pero así fue. Volvimos a tener noches mejores, con algunos despertares pero de mucho más fácil manejo. Y sigo dando pechu, pero a veces he dado solo una vez por noche.  Así que por ahora nos quedaremos así, intentando buscar un equilibrio que nos funcione a la dos, y observando a ver cuando podría ser un mejor momento para volver a intentar despedirnos de nuestra lactancia.

Procesos, tiempo, vueltas en círculos, avances, estancamientos, pero siempre aprendizajes. Les pido que recuerden, las cosas no son lineales, tampoco ocurren de un día para otro. Esfuerzo y perseverancia.

Necesitamos tiempo y pasitos de bebe. Cada uno a su manera. Que los cambios de etapas sean respetuosos y con consciencia… por ellos, por nosotros y por nuestros ritmos de vida.

Un abrazo,
Nico 

PD: Esta foto me la saco mi Ale en una de las tomas de noche, porque quería tener un recuerdo de nuestras «últimas» veces

 

 

i

Más Novedades