Floreciendo…

31/12/2020

Convertirme en madre ha sido como florecer de nuevo. Me he encontrado con un portal y he decidido atravesarlo. No ha sido fácil. Toda transformación implica conflicto, valentía e irreverencia. Quedarse en el status quo puede ser más sencillo que andar cuestionando y derribando moldes establecidos. Pero hoy me siento una mujer salvaje y auténtica, y eso me gusta. Abrí los ojos. Abrí los ojos ante el patriarcado y su poder bestial. Ante cosas normalizadas que hoy me hacen ruido y me molestan. Ante las culpas que siento y que nos hacen sentir todo el tiempo. Ante las injusticias burdas que vivimos en nuestro país. Ante la maternidad idealizada y romantizada. Ante la falta de ética en el cuidado de la primera infancia. Ante mi historia y el peso del ambiente en el desarrollo de nuestra mente y alma… Abrí los ojos y ya no hay vuelta atrás…

Florecer requiere tiempo y energía. Requiere marchitarse para resurgir. Solo falta dar el salto hacia un lugar distinto desde el cual comenzar a echar raíces. El potencial está y lo tenemos todas, ahí, dentro nuestro y eso tiene que quedarnos claro. Espero que todas quienes me lean puedan encontrar el momento que merecen, de florecer en plenitud y de ser parte de este hermoso jardín que estamos formando entre todas

PD: quiero aprovechar este último post del año, para etiquetar y agradecer a mujeres que quizás no lo saben, pero que han ido marcando mi camino: @saberesmatrona @soymamanicole @esthervivasesteve @powerleslie @maternidades_salvajes @nacer.y.renacer @historiaadicta

PD 2: No podía no dejar un pedacito de una canción de @Nano_stern que me emociona el alma y tiene todo que ver con esta publicación:
“Florecer, en silencio, sintiendo el calor de la tierra por entre mis venas, tocar a tu puerta por primera vez, Despertaron las hadas que estaban durmiendo, Y esperando el tiempo de extender sus alas…”

Un abrazo,
Nico

 

 

 

 

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