Escritura terapéutica

18/03/2021

Parece que la escritura se ha convertido en mi mejor manera de hacerle frente a lo que me pasa, de poder darme un tiempo de intentar darle orden a lo que pienso, a lo que siento. De buscar darle un sentido a lo que estoy viviendo y poder integrarlo a mi historia. Escribir me ayuda. Me hace sentir mas liviana, más conectada y más en paz… les comparto esto que escribí hace 5 días:

“Hoy en la mañana vi con mi hijo el video de un ciclo sin fin del Rey Leon y me largué a llorar sin entender mucho porqué. Hoy en la tarde mi abuelo de 97 años se fue de este mundo. Hoy en la noche, después de tener un mes con un ciclo muy desordenado, como nunca antes, me llega finalmente mi menstruación, con harta intensidad. Vida y muerte. Dolores. Alegrías. No existe la vida sin sus pérdidas. Lloro en la ducha, con el agua bien caliente sobre mi cuerpo, como queriendo limpiarme en lo profundo. Luego sonrío y recupero un poco de energía cuando me encuentro con Uri tratando de abrir la puerta del baño. No dejo de pensar en la canción del Rey Leon, en los ciclos de la vida, en lo difícil que es soltar y dejar ir, y en lo necesario que se hace al mismo tiempo…,Me siento cansada, llevo varios días con un cansancio pesado, que lo siento en mi espalda y en mi cabeza. Tengo pena de no poder vivir el funeral de mi abuelo con todo el choclón familiar y comunitario. La pandemia no lo permite. Que complejo es que la pandemia nos ha despojado de nuestros rituales, de esos ritos que ayudan, un poco, a elaborar cierres. Espero con el tiempo ir encontrando otras maneras de despedirme… Un beso al cielo mi Zeide, se que nos estarás cuidando desde arriba. Prometo siempre llevar un chaleco conmigo, aunque estemos en verano. Prometo seguir cantando canciones de Violeta Parra. Y prometo también intentar seguir tu ejemplo de humildad, resiliencia, optimismo y agradecimiento por la vida…”

Un abrazo,
Nico

 

 

 

 

i

Más Novedades