A ti mujer…
Que estás gestando y no te perdonas subir mas de los kilos “correspondientes”. Que aunque querías una médico mujer, elegiste al ginecólogo que atiende a todas las mujeres de tu familia. Que deseabas intentar un PVDC pero que finalmente te convencieron de que era muy peligroso. Que el próximo mes retornas a tu trabajo para no perder tu “status”, aunque desde tus entrañas pedirías un permiso para quedarte un tiempo más con tu bebe. Que mantienes relaciones sexuales con tu pareja, a pesar de que no sientes ni una gota de deseo. Que aunque no te queda cómoda, usas la mochila de porteo “para asegurar un apego seguro”. Que decidiste darle papilla a tu hijo solo para que tus familiares no te sigan tratando de loca por darle comida en trozos. Que no encuentras la manera de contar que estas criando a tu hij@ con tu pareja del mismo sexo. Que no encuentras la manera de contar que quieres convertirte en madre aunque no tengas pareja estable. Que has disfrutado de tu lactancia pero te asusta mantenerla luego de los dos años por el qué dirán. Que en reuniones familiares no cargas tanto a tu hijo para que evitar juicios sobre dependencia y límites
A ti mujer…
Te invito a darle un giro a esa maternidad normativa y patriarcal que tanto daño nos ha hecho y que tanto peso hace sobre nuestras espaldas. Te invito a buscar tu propia manera de maternar que haga sentido para ti, para tu realidad, para tu historia, para tus recursos y para tus dificultades. Un tipo de maternidad que inspire a quienes están cerca de ti. Te invito a aceptar que es imposible ajustarse a un solo tipo de maternidad, porque no somos un molde. Somos sujetos hermosamente únicos. Te invito a poner tu mejor sonrisa (como nosotros en la foto 😁) y a mandar un poco a la mier$%! al patriarcado, y a provocar una ruptura que te permita pararte desde otro lugar, menos exigente, menos culposo, y más conectada con el goce, con lo salvaje, con el disfrute. Te invito a pensar: Cuál podría ser tu manera de subvertir la maternidad? 💜✊.
Un abrazo,
Nico
PD: Inspirada en el poderoso libro de María Llopis- Maternidades subversivas
