Corresponsabilidad parental se entiende como la capacidad que tienen los mapadres de un niño, de poder organizarse en torno a las funciones y responsabilidades que implica criar y cuidar, independientemente de si tienen una relación de pareja o no. El problema, es que el patriarcado habilidosamente ha instalado con mucha fuerza la noción de que quienes se deben hacer cargo de los cuidados domésticos y de crianza son las mujeres. Y nosotras, como buenas hijas del patriarcado que somos, siempre nos arreglamos como podemos Y esto está tan normalizado que sigo escuchando en la consulta (y muchas más veces de las que me gustaría), a pacientes que me dicen: “Y en la noche no lo despierto para que me ayude con la guagua, porque me da pena, porque al día siguiente él tiene que salir a trabajar y yo no…” El hombre no ayuda. El hombre tiene un deber con su hijo. Un niño tiene padre y madre biológicos. El hombre sale a trabajar remuneradamente. La mujer se queda en la casa, trabajando no remuneradamente. El sistema descansa y se mantiene sobre el trabajo no remunerado de mujeres y niñas. Pero, en la sumatoria final, se nos olvida considerar todas aquellas horas que dedicamos puertas adentro. La función económica y social de nosotras las mujeres es tremenda, y sin embargo nos cuesta mucho visibilizarla, reconocerla, aplaudirla y retribuirla como corresponde.
El género es la variable que más diferencias genera respecto a cómo las personas distribuyen su uso del tiempo entre las distintas actividades cotidianas (Comunidad ser mujer, 2017). Desde allí es que es urgente contar con políticas que fomenten la colaboración de manera seria y real. No sirve un permiso de licencia parental que reste semanas a la mujer. Se necesita uno exclusivo para los hombres. Un tiempo que permita que realmente se involucren en el cuidado de sus hijos y se vuelvan expertos en criar así como nosotras las mujeres, lo hacemos… Entonces 5 días hábiles son una total burla. El diseño político y público actual no permite que el hombre entre en el territorio del cuidado, ni que la mujer salga de ahí sin salir trasquilada.
Corresponsabilidad no es cuando un hombre recibe una lista de instrucciones que es capaz de seguir al pie de la letra, sino que implica que tanto el padre como la madre, sepan lo que se necesita para cuidar de ese niño.
Quienes estamos criando en la actualidad, tenemos el gran desafío de poder ofrecer nuevos modelos de corresponsabilidad que permitan ir dejando atrás al tradicional padre proveedor, autoritario y distante, y a la madre sumisa, relegada a lo doméstico y sacrificada en pos de la familia. La tensión constante entre trabajo y crianza se da tanto para un lado como para el otro, y es tiempo ya de que el estado comience a hacerse cargo de resolverla…
Les dejo algunas estadísticas:
– «El 57% de los hombres chilenos dedicó 0 horas semanales al cuidado de sus hijos durante el año 2020, y el 71% dedicó 0 horas semanales a acompañar a sus hijos en tareas escolares» (Centro de estudios longitudinales UC, 2020).
– «Un 58% de los chilenos piensa que la mujer debería permanecer con sus hijos en casa mientras son pequeños» (Encuesta nacional bicentenario UC, 2019).
– «Una mujer en Chile dedica 5,9 horas al día al trabajo no remunerado, mientras que un hombre dedica 2,7 horas diarias a la misma labor» (Encuesta nacional del uso del tiempo, INE, 2015).
– «Aún cuando el discurso del nuevo padre está muy presente, se sigue sin cuestionar el que la mujer es la principal responsable de los cuidados y que la principal responsabilidad del hombre es la de proveer económicamente» (Herrera et al, UDP, 2016).
– «Durante el año 2016, solo 190 hombres (0,18%) hicieron uso del traspaso del postnatal parental (la mujer cede semanas de su licencia al hombre). En lo que va del 2021, solo 13 hombres han accedido a este beneficio (Superintendencia de seguridad social, 2021).
Un abrazo,
Nico