Ver tu carita, con un gesto de malestar, de profunda incomodidad… Verte pasándolo mal, sin fuerza si quiera para llorar o para mamar 🥺.
Nadie nos prepara para eso, ni el mejor taller prenatal ni el mejor libro de crianza nos prepara para la primera vez que vemos a nuestro hijo enfermo .
Ay como pude después de tantos años comprender con tanta nitidez cuando mi mamá me decía que daría lo que fuera por que le duela a ella en vez de a mi ❤️. Es que de verdad hubiese dado lo que fuera por ser yo la que tuviera 40 de fiebre, por que hayan escarbado mi brazo y no el suyo, tan diminuto, para poner una vía. Y es que cada día estoy más convencida que llevo 8 meses sintiendo día a día el amor más puro, noble e incondicional que existe.
Se que no puedo evitar que hayan momentos en que mi #Uribebe lo pase mal, se frustre por perder un gol, se pelee con un amigo, le de una amigdalitis de esas duras que no dejan tragar ni un poquito de helado, se caiga andando en bici y quede todo machucado, que viva la decepción de una pareja, que un día amanezca triste y desganado. El dolor cuesta, asusta, y en nuestra cultura tiene muy mala fama. Pero también enseña y fortalece. El dolor es parte de la vida, y más que buscar espantarlo de la suya, quiero poder acompañarlo y ser su refugio en aquellos momentos difíciles que le toquen vivir. Y si, me va a doler, y mucho, pero aquí estaremos 💪poniendo toda la garra y corazón para darle todo lo que necesite de mi hasta que la calma comience a aparecer nuevamente.
Porque el padecer (así como la maternidad, y bueno muchas otras cosas en la vida!) no debiera ser algo que vivamos en solitario. Necesitamos que los otros nos reconozcan y nos acojan y nos validen también con nuestros sufrimientos. Así que aquí estaré. Aunque implique pelearme con los doctores de la urgencia (ups! 😬) y con el 🌎 entero. Aquí estaré por siempre.
Un abrazo,
Nico.
.