Hace algunos días mi hijo cumplió 7 meses de vida. Hace algunos días yo cumplí 7 meses de madre. 7 meses. Miro para atrás, hacia aquellos días de panza grande y redonda, y me acuerdo que pensaba que 6 meses de postnatal era un montón de tiempo. Y aquí estamos, con mi bebe que todavía lo siento tan chiquitito como para dejarlo e irme a trabajar. Pienso en aquellos planes, hoy hecho trizas, de irnos de viaje en abril porque es temporada baja y porque a los siete meses muestro hijo ya iba a estar “grande y fácil de manejar”. Ja, Ja, Ja. Vuevlo a recordar, esta vez con suspicacia, cuando estaba recién parida y la gente me decía que aguantara los tres primeros meses que eran lo más difíciles pero que después todo se tornaba mejor…
Aquí llevamos 7 meses de mucha teta y poco vino, y a pesar de todo, alguna parte mía siente que se han pasado volando. No puedo creer que hace un mes que mi hijo también come comida, la misma que como yo, y que a veces almorzamos los tres juntos. 7 meses de desafíos, aprendizajes, cansancio, amor y entrega.
7 meses y la subjetividad del paso del tiempo. Tal vez para una madre con un hijo con muchos problemas para dormir, 7 meses son una eternidad, al borde de la tortura, pero para una madre que tuvo a su bebe prematuro, 7 meses es demasiado poco tiempo, una tacañería…
Felices 7 meses de madre para mi. Meses veloces y lentos al mismo tiempo…
Un abrazo,
Nico
