Les dejo algunas reflexiones en torno a una clase de mi diplomado @salud_mental_perinatal que me dejo pensando y sintiendo tanto pero tanto y que me pareció necesario compartirlo para ampliar la reflexión respecto a los procesos de nacimiento y a la necesidad de considerar al bebe como sujeto activo de todo lo que allí ocurre.
-El bebe también puede ser víctima de violencia obstétrica y del patriarcado. Lo hacen llorar apenas nace, lo separan de su hábitat materno, lo intervienen, no lo consideran como sujeto consciente, no reconocen sus necesidades, etc.
-El bebe nada más al nacer, experimenta uno de los cambios más complejos de la vida humana… pasar de un mundo acuático, alimentando por la placenta, a tener que expandir los pulmones y comenzar a respirar y mamar.
-El bebe no es un objeto que debe ser «expulsado o extraído». El bebe participa activamente en el parto y es importante respetar sus propios ritmos y tiempos. No es la madre la que pare, ni el bebe el que nace por si solo, es un trabajo compartido y coordinado.
-Las primeras dos horas de vida son sangradas porque hay un bebe que necesita que un otro, idealmente su madre, lo reconozca y le diga: Hola! Estas aquí! Lo hiciste muy bien! Bienvenido!
-Siempre ante un proceso de nacimiento, vale la pena preguntarse: ¿Qué vive el bebe en el parto? ¿Qué huella deja el parto en el desarrollo psíquico del bebe? ¿Es la madre la que pare, el bebe el que nace o es un proceso neurohormonal conjunto?
Cerramos así un mes importante donde afortunadamente hubo mucho contenido dando vuelta en torno a la salud mental materna y al modelo humanizado de atención al parto, para seguir poco a poco transitando hacia un nuevo paradigma.
Por aquí seguiremos en esta cruzada, poniendo el foco en el bienestar emocional de las madres y del vínculo que día a día construimos con nuestros hij@s y entendiendo que lo médico y lo técnico no es lo único relevante en nuestros procesos de maternidad…
Un abrazo,
Nico