Semana mundial del parto respetado

18/05/2021

Hoy me entiendo y me abrazo…

Por lo nerviosa y estresada que estuve en mis últimas semanas de gestación a raíz de mi presión arterial. Por no haber podido tener el trabajo de parto en casa con el que siempre soñé. Por haber pedido anestesia mucho antes de lo que me hubiese gustado. Por lo complejo que fue el final de mi parto, por lo difícil que se me hizo pujar a mi hijo y por el consiguiente forceps que terminaron usando. Por mi episiotomía y mi desgarro, y por la cicatriz que hoy llevo, más tranquila, a cuestas.

Si bien agradezco no haberme sentido mal tratada en mi parto, si lo fui por un sistema que también es violento. Porque en la clínica me encontré con profesionales de salud tremendamente desinformados y porque eso solo significó que llegara a mi casa confundida, insegura y con las tetas hechas bolsa. Porque después de haber vivido un embarazo super acompañada, me dolió no haber visto más a mi matrona luego de haber parido. Y porque es el colmo que nadie, pero nadie me ayudara a pensar cómo estaban mis expectativas en relación a todo lo que se me venía por delante… Hoy comprendo mejor mi puerperio y todo lo que allí pasó… lo angustiada que estaba entre el estallido social, un dolor brutal al amamantar, puntos abiertos, consejos abrumadores, expectativas destrozadas y el coletazo emocional que todo esto me generó, pero que en ese momento no lo pude dimensionar…

Hoy abrazo y acepto con mucho más amor, menos juicio y por sobre todo menos culpa, la historia del nacimiento de mi hijo y mía, porque he podido volver a contármela, una y mil veces, a darle voz, y así permitirme reescribirla y reentenderla, conforme me voy construyendo como madre.

En la #semanamundialdelpartorespetado las invito a hacer resurgir sus relatos de parto y a compartirlos. La narración permite recuperar memorias, permite tramitar todo lo que allí pasó. Permite también que las niñas, mujeres y quienes desean ser madre, puedan escuchar otros modelos de nacimiento que no estén teñidas solamente de miedo y de dolor…

La forma de nacer importa, y mucho, pero la forma de relacionarnos con nuestra historia de nacimiento importa de igual manera.

Un abrazo,
Nico

 

 

 

 

i

Más Novedades