Cuando estamos embarazadas, la sociedad nos hace sentir frágiles, como que tuvieran que cuidarnos en exceso. Nos ceden el puesto en todas las filas y tenemos estacionamientos privilegiados. Se ha construido un imaginario en torno a la mujer gestante, como si fuera de porcelana, y como si las 40 semanas de gestación fueran un tiempo de reposo, donde nos tenemos que sentar a esperar pasivamente. Pero en realidad, durante nuestros embarazos nos están pasando muchas cosas!!! Somos un cuerpo gestante, con hormonas, emociones, cambios e historia dando vuelta. Algunas mujeres comienzan a tener muchos recuerdos de su infancia, o empiezan a soñar por las noches, o sienten una intuición de guata con mayor fuerza que antes. Y esto no es solo porque estamos “sensibles” como culturalmente se nos ha tildado. Esto es porque ocurre un fenómeno, conocido como “TRANSPARENCIA PSÍQUICA ” y que viene a nombrar justamente a esa mayor conexión que sentimos con nuestro mundo interno.
Así que no!!! No te sientes a esperar ver pasar los días. La invitación es a pensar nuestros embarazos como 40 semanas de espera activa, al menos psíquicamente. Como una tremenda oportunidad para revisarnos, para irnos hacia adentro y escucharnos, para conectar con nuestras infancias y recuerdos que andan por ahí medios adormecidos. Es como si la gestación nos permitiera derribar un poco la muralla que nos separa de nuestro inconsciente. El velo se hace más transparente.
Atrévete a pensar qué puede estar significando ese sueño que se te repite por las noches. Atrévete a indagar en tu niñez. Con sus luces y sombras. Atrévete a hacer las cosas diferentes a como lo hicieron tus mapadres. Atrévete, a comenzar un proceso de psicoterapia. Y si, todo esto puede ser removedor, intenso, y doloroso, pero también reparador, y significativo para todo el proceso de construcción de esa maternidad que está pronta a estrenarse.
Un abrazo,
Nico