Repensando: mi hijo llora por cualquier cosa

03/11/2020

.Comparto con ustedes algunas reflexiones en torno a esta odiosa y común frase:

-El llanto es una de las maneras que tienen los bebes para comunicarse y sobrevivir. Entender el llanto como un mensaje ayuda para no caer en la desesperación, y para conectar con esta reacción desde otro lugar, entendiendo que nuestro hijo está pidiéndonos ayuda para que resolvamos alguna necesidad insatisfecha que le está generando malestar (sueño, hambre, atención, no sabe que quiere, pañal, aburrimiento, etc.)

-Los bebes no lloran por todo. También tienen momentos en los que se ríen, se sorprenden, se asustan, conversan etc. Lo que pasa es que dada la cultura en la que vivimos (que está muy centrada en la falta) a muchos nos cuesta reconocer el vaso medio lleno, los recursos de nuestros hijos, y los momentos ricos que pasamos con ellos a veces pasan desapercibidos, porque el ojo está puesto en los momentos de crisis.

-Los bebes tienen un temperamento, es decir, nacen con una sensibilidad única y heredada que los hace reaccionar con mayor o menor intensidad frente a distintas situaciones. Entonces si, es cierto que hay niños más “reactivos” que otros, porque cada uno tiene una genética diferente. Por esto las comparaciones NO SIRVEN.

-Muchas veces son nuestras expectativas las que nos hacen encacillar al niño de determinada manera. Si yo imaginaba que mi hijo iba a ser tranquilo, que podría estar varias horas entreteniéndose solo, que comería lo que sea que yo le ponga en el plato, etc, pues claro, es evidente que desde esa mirada idealizada, sentiré que mi hijo solo llora y llora

-Los niños (y todo ser humano) necesita sentirse reconocido y validado en sus emociones. Y para eso necesitamos OBSERVAR a cada niño de manera particular, entendiendo lo que le está pasando a EL en su INDIVIDUALIDAD, para poder ayudarlo a regular esa emoción. Tenemos que dejar de asociar el llanto con un mal comportamiento y más bien verlo como una ventana de oportunidad para conocer el mundo emocional de nuestro hijo.

Un abrazo,
Nico

 

 

i

Más Novedades